Los destinos de conferencias y reuniones de la República Dominicana, como Punta Cana y Santo Domingo, han sido afectados por importantes fallos de implementación y tecnología al utilizar plataformas de interpretación remota. Aunque la mayoría de los hoteles más grandes tienen su propia generación de electricidad y los constantes cortes de electricidad o cambios de generador no afectan a su conferencia cuando todos sus servicios y equipos están in situ, este no es el caso cuando se utiliza la interpretación remota afectada por varias interrupciones de electricidad de 20-30 segundos al día. Los sistemas tienen que ser reiniciados y reconfigurados cada vez. Existen otros riesgos de fallos de implementación, como las fluctuaciones de la frecuencia eléctrica, la falta de técnicos cualificados y bien formados sobre el terreno, que representen a las plataformas de interpretación y den la cara por proveedores que ofrecen intérpretes a 6,000 kilómetros de distancia, la intermitencia de la banda ancha, etc. No tendrá tiempo de solucionar tantas novedades. Sólo los organizadores con una tolerancia muy alta al riesgo del fracaso utilizan la interpretación de idiomas a distancia para conferencias y convenciones presenciales en destinos donde hay intérpretes profesionales disponibles.
Todo empeora (x100) cuando los organizadores intentan implementar la interpretación remota con inteligencia artificial en negociaciones de alto nivel, foros empresariales, conferencias y cumbres diplomáticas y convenciones técnicas profesionales. Imagínese gastar millones de dólares en traer a Latinoamérica a cientos de cirujanos cardiovasculares de todo el mundo, para que se sienten en una sala de conferencias y escuchen todo el día un galimatías inteligible proporcionado por la IA, sin sentido, inflexión ni entonación en el mejor de los casos. Sólo los organizadores, las asociaciones profesionales y las organizaciones y empresas multilaterales con una tolerancia al daño reputacional extremadamente alta pueden permitirse este lujo.
Un reciente informe del Servicio de Interpretación Simultánea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado que los sistemas de inteligencia artificial utilizados para la interpretación simultánea ofrecen resultados abrumadoramente pobres. Según las conclusiones, el 98,89% de las interpretaciones simultáneas con IA evaluadas no alcanzaron el umbral mínimo de calidad exigido del 75%, con una puntuación media de sólo el 46%. Además, todas las interpretaciones examinadas contenían errores críticos que podían dañar la reputación de la organización o provocar incidentes diplomáticos.
El informe se publicó en mayo de 2025. En él se analizaron 18 intervenciones orales pronunciadas en los seis idiomas oficiales de la OMS -árabe, chino, español, francés, inglés y ruso- durante la Asamblea Mundial de la Salud.
Los discursos se evaluaron utilizando los mismos criterios que se aplican en los programas europeos de máster en interpretación de conferencias (como el EMCI) y en los exámenes oficiales para instituciones internacionales. Estos criterios incluyen:
- Precisión y fidelidad al mensaje original
- Reformulación natural
- Precisión terminológica
- Capacidad de análisis y síntesis
- Producción oral (fluidez, pronunciación, entonación)
- Coherencia y cohesión
- Gestión del estrés y autocontrol
- Retraso o asincronía
De 90 interpretaciones generadas por IA, 89 obtuvieron una puntuación tan baja como el 5% en algunos casos. Basándose en estos resultados, la OMS concluye que las plataformas de interpretación de IA no funcionan para reuniones con participantes externos.
Si desea leer el informe completo de la OMS, busque en google INFORME DE LA OMS SOBRE INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA CON IA Wordly
Fallos más comunes de la interpretación con IA
El informe destaca varios problemas recurrentes que se encuentran en los elementos estándar de los discursos de conferencias internacionales:
Identificación del idioma y cambio de código
A menudo, los sistemas de IA tenían dificultades para detectar el idioma original o cambiar correctamente de un idioma a otro. Esto hacía que se omitieran frases enteras o, en algunos casos, que se repitieran las palabras del orador en el mismo idioma pero de forma inexacta, lo que provocaba confusión e interrupciones.
Velocidad del discurso y «déclage» (retraso en la interpretación)
Aunque la IA se encargaba de discursos de ritmo rápido, a menudo omitía el contenido para seguir el ritmo. Además, el desfase entre el discurso original y el traducido era excesivo. Mientras que los intérpretes humanos suelen mantener un desfase de 1 a 5 segundos, los sistemas de IA requerían retrasos de hasta 23 segundos, lo que rompía el flujo de comprensión en tiempo real.
Errores con nombres y topónimos
La IA cometió algunos de los errores más graves al traducir nombres propios y términos geográficos. Entre los errores más notables figuran:
- Brunei Darussalam interpretado como «el Russell marrón»
- Haití interpretado como Heidi
- «Director Moeti» traducido erróneamente como «nuestro africano» o «Sr. Moeti»
- El nombre del país Grecia traducido como nombre personal Chris
Un error especialmente grave se produjo cuando un discurso en español se refería a Hamás, y la IA lo tradujo al árabe como Estados Unidos, lo que podría haber provocado una grave crisis diplomática.
Números y fechas
La IA malinterpretó con frecuencia datos numéricos, especialmente cifras grandes o referencias relacionadas con fechas. Este tipo de imprecisión es inaceptable en negociaciones o conferencias en las que los datos desempeñan un papel fundamental.
Terminología técnica
Los sistemas fallaron repetidamente con términos especializados. En un caso, «transmisión de la polio» se tradujo del árabe como «transporte», y «hepatitis» se tradujo del francés al árabe como «ébola».
Calidad y expresión de la voz
Aunque no se calificó formalmente, el informe señala que la voz generada por la IA era «extremadamente monótona y carente de expresividad», lo que dificultaba la participación de los oyentes, sobre todo en sesiones de más de 30 minutos.
Conclusión
Dada la variedad y gravedad de los problemas detectados, la OMS desaconseja firmemente el uso de la IA para la interpretación simultánea en entornos internacionales en los que la integridad del mensaje, la precisión terminológica y la sensibilidad diplomática son cruciales. El riesgo de ruptura de la comunicación y de daño a la reputación es sencillamente demasiado alto.
La recomendación es limitar el uso de esa tecnología estrictamente a reuniones internas y personales, en las que las inexactitudes de traducción no tengan consecuencias públicas o diplomáticas.